Mi nombre es Dalia, tengo una familia maravillosa a la que amo con toda el alma, y soy madre de una niña encantadora. Mi hija nació con Síndrome de Down, y a lo largo de mi maternidad me he enfrentado a numerosos estereotipos y falsas creencias sobre su condición, en este camino aprendí a ver a mi hija desde sus fortalezas, habilidades, y capacidades, ella ama pasar tiempo en familia, no deja de sorprenderme día a día, con su creatividad, amor, y espontaneidad, su presencia llena de alegría nuestras vidas y corazones.

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El profundo amor que siento por ella me ha convertido en una mejor madre, sin duda más paciente, cariñosa, valiente, resiliente, comprensiva, etc. Su amor ha sido una fuerza transformadora en mi vida.

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Ser mamá de una niña con Síndrome de Down es simplemente eso, ser madre de una hija que, como cualquier otro niño, necesita amor, respeto, cariño y atención. No me considero una mamá especial; al igual que cualquier madre, tengo días buenos y otros no tanto. En ocasiones quisiera tener superpoderes,  pero sigo en el proceso de criar a mi hija de la mejor manera posible, sin tener en cuenta los prejuicios que tienen los demás, y justamente por estas creencias, trabajo junto a otros padres para derribar la falta de información que existe sobre este tema.

 

Nuestros niños merecen un mundo justo, incluyente, un lugar activo en la sociedad, que sean vistos más allá de su condición.

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Aprendí que la noticia del nacimiento de una hija con Síndrome de Down, debe ser tan feliz y tan plena como la de cualquier niña/o. Mi hija es mi tesoro más grande, llena mis días de amor, y mucho mucho aprendizaje. 

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Hoy, mi niña tiene 9 años, el tiempo ha pasado muy rápido ella ríe, brinca, juega, dibuja, le encanta comer pastel, ama a los animales en especial a los gatos, le encanta hacer amigos, entre miles de cosas más;  me llena de felicidad ser mamá de una niña increíble , llena de sueños, que me ha enseñado a valorar los pequeños logros.

 

P.D: Te amo hija.  “Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos” es una frase del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, que significa que el verdadero valor de las cosas no siempre es evidente, nos recuerda la importancia de las pequeñas cosas, esas que pasan desapercibidas y que reflejan lo necesario de nuestra vida. Debemos de devolverle a los pequeños detalles el lugar que se merecen, puesto que un día nos daremos cuenta de que ellos son los que constituyen las más grandes hazañas. Por ti comprendí, lo que significa esta frase, gracias por enseñarme esto y muchas cosas más.  Gracias mi amor, gracias por ser una luz  tan resplandeciente y maravillosa en mi vida. Te amo. 

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Con amor mamá.

 

Mi hija actualmente forma parte de la Fundación Cambiando Modelos , Special Olympics Ciudad de México y  Best Buddies México. 

 

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